Foto: Diego Rimer 11/01/15 |
El
día 11 de enero de 2015, domingo con una mañana cálida, de esas en las que
provoca pasear por nuestra hermosa geografía regional, decidí ir de visita a la
“Hacienda La Victoria” sede el Museo del Café y del Museo de la Inmigración,
majestuosa infraestructura que recuerda el pasado agroexportador de Venezuela,
como principal productor de café del mundo; espacio además que refleja las
vidas y aportes de más de una veintena de familias inmigrantes provenientes de
distintos rincones del mundo, que amoldaron el rostro de lo que hoy son
nuestros Andes venezolanos y, asimismo, realizaron aportes importantísimos para
el desarrollo positivo del país.
Foto: Diego Rimer 11/01/15 |
La “Hacienda La Victoria” icono insigne de la Venezuela cafetalera desde finales del siglo XIX, fue en 1992, totalmente restaurada para prestar sus servicios como herramienta de protección a la memoria histórica venezolana. Ésta ha abierto sus puertas al público desde su restauración de martes a domingo, ofreciendo un recorrido que tenía por objeto transportar al visitante a la realidad de una Venezuela del esfuerzo, el optimismo y su pasado agrícola, acompañado además de un ala que permite conocer los principales rostros de distintos hijos adoptivos de nuestra Mérida, ellos, esencia misma de la venezolanidad a pesar de su procedencia internacional; inmigrantes que con su arduo esfuerzo y trabajo, sentaron las bases y levantaron las columnas de una región prospera, en medio de realidades pasadas de mucha necesidad.
El 11 de enero de 2015,
con tristeza en el rostro y una gran ira interna, observé como esa edificación
se encuentra en ruinas, por la inconciencia
de un gobierno irresponsable, que desconoce nuestro devenir histórico y
la importancia de salvaguardarlo. De forma improvisada ha sido allí instalado
un núcleo de la Universidad Experimental del Sur del Lago, hecho que no puede
ser desconocido por la importancia de la educación, pero que ha irrumpido de
forma negativa con espacios sagrados que se constituyen también en aportes
fundamentales para el conocimiento y la cultura colectiva por lo que
representan para la historia de Venezuela. La instalación improvisada de aulas
de clase, acabó al Museo de la Inmigración, acompañado también de un acceso sin
control alguno a las instalaciones y sin mantenimiento adecuado. El ala del
Museo de la Inmigración donde se encuentran documentos de identidad,
pertenencias y objetos de valor de distintos inmigrantes está lacerado y
mutilado, siento un vil atentado contra nuestra historia y, una franca falta de
respeto a más de veinte familias que con mucho cariño y desprendimiento
decidieron compartir sus historias en agradecimiento a lo que este país les dio
(y lo que éstas le dieron al país).
Habitaciones
repletas también de refugiados, muestran la improvisación del gobierno regional
y nacional de solventar la triste problemática de vivienda que vive el país,
colaborando además con el deterioro de las instalaciones que inciden
negativamente en la preservación y protección de la memoria histórica de todos
los venezolanos.
Foto: Diego Rimer 11/01/15 |
Hoy,
en nombre de la salvaguarda de nuestra historia como herramienta positiva de
transformación social, hago un llamamiento de atención a las autoridades
regionales y nacionales competentes en la materia, así como también un llamado
de emergencia a los familiares que dieron importantes aportes a la constitución
del mencionado museo a que sea rescatado, o en su defecto sean exigidas las
políticas necesarias para preservar el patrimonio cultural e histórico que ahí
yace.
Las
autoridades de la Universidad Experimental del Sur del Lago y al Ministerio con
competencia en la materia, les digo, que si son conscientes y promotores de la
educación, no deben ser cómplices del vil asesinato a nuestra historia y, debe
exigirse en nombre de la comunidad universitaria allí presente, la edificación
de un núcleo digno para el cumplimiento de sus funciones, sin actuar en
menoscabo de estas importantes instalaciones.
Foto: Diego Rimer 11/01/15 |
El
gobierno regional y nacional, también debe ser sensato del daño inconsciente
ocasionado por los refugiados in situ y se debe con ello activar los mecanismos
idóneos para garantizarles una vivienda digna y condiciones de desarrollo
integral, lejos de la improvisación que actúa de forma nefasta no sólo contra
ellos sino contra el colectivo que debe servirse de esas instalaciones para el
fin que fue restaurada.
Finalmente,
a la Universidad de Los Andes, a la Academia de Mérida, la Academia Nacional de
la Historia y a las familias ALLENDE, BOTARO, GARCIA CASO, ORTIZ, PARASKEVAS
KAOLITIRI, PONCE RIUS, SPINETTI, BERTI,
DINI, GIRONDO, PERESSI, SPINETTI DINI, JAUREGUI, WYZYKOWSKA, ANZIL, EL FAKIK,
PAPARONI, BLANCO, MASSEI y RIMER, a realizar los esfuerzos necesarios para
salvaguardar este patrimonio histórico, en el cual está involucrado el
desarrollo positivo de la nación, de la misma manera su desarrollo propio y el
infinito valor sentimental de las importantes luchas que emprendieron sus
familiares, hombres y mujeres, buscando en estas tierras un mejor porvenir,
atravesando importantes obstáculos que gracias a la Providencia y su destino,
lograron superar para erigir hermosas
familias, al servicio del país, que con su origen
extranjero y su interacción nacional, son vivo ejemplo de genuina venezolanidad
en el presente.
Foto: Diego Rimer 11/01/15 |
Diego F. Rimer B.
Nieto de Gherson Rimer Trajtemberg
(personaje presente en este otrora hermoso museo).
Twitter:@diegorimer
Foto: Diego Rimer 11/01/15 |
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