Esta reflexión, está
motivada luego de un corto receso personal del ámbito público (político) en virtud de la búsqueda y
mejoramiento de mi desarrollo integral, como joven ansioso por mejorar el
entorno donde habito, ergo, mejorar el país que me vio nacer y crecer.
Para nadie es un secreto que Venezuela se encuentra
atravesando la peor crisis política, económica y moral de su historia republicana,
crisis que toca todos los ámbitos del quehacer diario de los seres humanos que
habitamos este país. Esta crisis se ve motivada por una praxis política corrupta,
retrograda, autoritaria e inconsciente socialmente, que se traduce en la vulneración
de los derechos fundamentales de los venezolanos a través de un manejo
irresponsable del erario público, el ejercicio de políticas incoherentes e
improvisadas y por supuesto la persecución de un cúmulo ciudadano importante
que disiente de la forma en que el chavismo ha ejercido el poder por casi dos
décadas, ¡Sí!, parece mentira pero ya son 17 años de la participación
hegemónica del chavismo en la escena política venezolana, es decir, que ya no
puede achacarse responsabilidad a momentos históricos previos, háblese del Pacto de Punto
Fijo , por ejemplo, cuando en la escena histórica la participación del
chavismo en gobierno equivale casi a la mitad del ejercicio en el poder de los
protagonistas de la experiencia democrática moderna en Venezuela.
Se evidencia un
persistente deterioro de las instituciones fundamentales del sistema político,
ergo, la desintegración del Estado, que,
se convierte pues en una rémora para rescatar la armonía en nuestro
territorio.
Venezuela tiene en su
totalidad una extensión de más 1.600.000 Km2 de los cuales son 1.074.987 km2 de
extensión territorial (incluyendo nuestro Esequibo), 472.000 km2 del Mar
Caribe, 100.000 km2 de plataforma continental, 71.000 km2 de mar territorial,
22.000 km2 de zona contigua, 1.280 km2 de territorios insulares, siendo además
uno de los diez países mega-diversos del mundo, poseyendo por tanto una de las
dotaciones de recursos naturales y productivos con mayor potencial en el
planeta tierra; por ello, es tiempo de rescatar la República, sus instituciones
e inyectarle la mística de nuestros ciudadanos capaces, que quizá son su
recurso más valioso, para finalmente rescatar la Libertad, la democracia, constituir
un gobierno que realmente responda al mandato de quienes le eligieron, que haya
una economía sólida, una seguridad ciudadana eficiente, una Defensa Nacional
real, una Política Exterior coherente, promover la inversión educativa,
científica, en salud, vivienda, infraestructura promotora del desarrollo
sustentable y así erradicar la pobreza y convertirnos una vez más en un
referente regional y mundial, en materia económica, política y social, que
perdure a través del tiempo, como herederos de la Libertad y promotores de la
integración regional.
Para lograrlo es
menester rescatar el rol verdadero de las organizaciones políticas que es
promover y facilitar la participación en los asuntos públicos y no mediatizarlo
con irresponsabilidad, esto, es particularmente un llamado a los sectores que
hoy desean convertirse en Alternativa. @diegorimer
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