lunes, 25 de marzo de 2013

Las contradicciones...


En política, en todas las corrientes del espectro político, pero sobre todo en la izquierda “revolucionaria”, los procesos de cambio no deben depender de un solo hombre, al contrario requieren de un despertar de la conciencia colectiva y, por tanto, un individuo en particular no debe ser indispensable para garantizar la continuidad de un proceso revolucionario genuino.

            Hace un par de años tuve la oportunidad de conversar con algunos dirigentes estudiantiles y académicos seguidores de Chávez, quienes señalaban que él como conductor de “La Revolución Bolivariana” era simplemente una herramienta que garantizaba en ese punto de inflexión (transición del modelo republicano puntofijista, al “nuevo” paradigma político venezolano) la continuidad en el poder, pero que en caso de que éste por alguna u otra circunstancia no siguiera en el poder, “la fortaleza de las instituciones” creadas en este nuevo “periodo histórico” y  la conciencia de sus seguidores daría posibilidad a la continuidad y crecimiento de ese movimiento político.

            Hoy veo a esos mismos dirigentes y académicos, inmersos en una profunda cólera (temor a perder el poder), pero además, hundidos en una profunda contradicción del discurso y el accionar político ¿Por qué? Porque aun señalando su manifiesta filiación a  una concepción “transformadora de la sociedad”, consideran la imagen del difunto Presidente como un “liderazgo insustituible” además, consideran que la línea “disciplinada” contraria a su irreverencia natural, garantiza la continuidad de ellos en el poder; ésta se basa en la candidatura de un “ungido” por el difunto Presidente, “ungido” que además manifiesta en público conductas profundamente contrarias a los postulados de la izquierda, a pesar de identificarse con ésta.

Ahora bien, les pregunto ¿Hay conciencia popular activa que garantiza la continuidad de la Revolución Bolivariana? No lo creo, nunca hubo “Revolución” sino chavismo…¿Están amalgamados ahora a una candidatura contradictoria ideológicamente sólo por mantenerse en el poder? Creo que sí. Ellos saben de la carencia ideológica que padecen, y por eso el exacerbado culto a la personalidad es su único medio para mantener el poder, porque el difunto Chávez generó una fuerte conexión con el colectivo, pero nunca contribuyó a fortalecer instituciones, al contrario las acabó, y por ello se ven obligados a respetar su “testamento” de lo contrario pierden legitimidad popular, porque su labor ideológica fue insipiente ¿Por qué adoptar conductas profundamente conservadoras contrarias a la irreverencia revolucionaria? Porque esos dirigentes y académicos antes “revolucionarios” demostraron que el poder no los corrompió sino los desenmascaró.

Donde hay hombres comprometidos con las instituciones, su huella queda, pero las instituciones que se conciben son las que deben manejar los procesos sociales de cambio y construcción de nuevas realidades. Donde el hombre se considera insustituible, su deceso causa crisis y la transición es muy difícil; Las posturas conservadoras se hacen necesarias, con tal de mantener el poder, donde nunca hubo convicción ni verdadera revolución.

1 comentario:

  1. De acuerdo, no hay instituciones capaces de dar seguimiento a la efervescencia de un movimiento electoral mutado a maquinaria de conservar el poder del Líder; pero eso no obsta para que haya que luchar bastante y trabajar muy duro apuntalando las instituciones arruinadas y creando nuevas que puedan enfrentar las situaciones que desde ya se dibujan. Nuestras maltrechas Fuerzas Armadas sería una de las instituciones a considerar.

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