Los cuatro ejes transversales que
constituyen la política participativa de esta alternativa ante la crisis.
(Primero: El conocimiento abierto)
Los cuatro ejes transversales que
constituyen la política participativa de esta alternativa ante la crisis.
(Primero: El conocimiento abierto)
En la entrega anterior se habló
sobre el concepto y objetivo de la economía colaborativa como alternativa ante
la crisis, de igual manera se describió como elemento de transformación económica
en virtud de los cambios que está sufriendo a la estructura de “El Mercado” a
nivel global.
Este modelo tácitamente ha sido
parte de nuestras vidas siempre, hoy con algunos agregados propios de las
realidades que el mundo vive, sin embargo, es menesteroso señalar los cuatro
ejes transversales que le identifican como política, estructura y realidad
social, convirtiéndole en un modelo para el ejercicio de las diversas
transacciones que a diario realizan los seres humanos, es decir el intercambio
de bienes y servicios, escasos o no, a continuación es definido el primer engranaje
de esta máquina global.
El conocimiento abierto: no es
una innovación, sino la consecución de la construcción y difusión de
herramientas interactivas de carácter científico o no, bajo el paradigma de la democratización
en el acceso al mismo, entendiendo la realidad que vive el mundo en el presente
y como es necesario difundir mecanismos o herramientas para “ilustrar” en las
luces del siglo XXI a la sociedad.
Este aspecto puede ser discutido
o combatido por las ramas más conservadoras de la academia, ya que toda la
información es generada por el colectivo, calificado o no, en función de su
voluntad de compartir de manera desinteresada trabajos académicos, consejos,
opiniones, entre otros (Este artículo es una resulta del conocimiento abierto).
Hoy conocemos insignes ejemplos
en distintas áreas: la popular red de Wikipedia, ésta es un vivo ejemplo de
difusión masiva de conocimiento sin interés monetario que puede fungir como
herramienta de desarrollo a sectores que no han tenido acceso a ciertos
sectores de la educación, ampliamente criticada por la comunidad científica al
observarse en muchos casos la ausencia de citas o trabajos que prueban lo allí
publicado. Por el otro lado, en el campo de la estricta formalidad académica
existen redes sociales como Research Gate, en donde catedráticos comparten sus
experiencias científicas y se interconectan las Universidades evitando
protocolos y medios formales que simbolizan gastos y obstáculos, sobre todo en
las Universidades Públicas, particularmente en nuestro país, hoy, asfixiadas económicamente
por un gobierno central enemigo de la educación. Por último, para citar otro
ejemplo insigne, existe el portal web y aplicación YouTube de Google inc.,
originalmente concebido como un medio de entretenimiento, se ha convertido en
la “televisión libre del siglo XXI” con toda clase de contenido, bueno, malo,
útil e inútil.
El conocimiento abierto, permite
el desarrollo de prácticas de programación de código abierto, fomentando el
software libre y la creación de plataformas alternativas al yugo comercial
corporativo tradicional o a una tutela estatal, a través del copyleft. También existen
modelos de software con copyright en los que el pago por la utilización se
establece en función de la aplicación que se haga del software, en entornos
comerciales, permitiendo el desarrollo del pequeño y mediano empresario,
generando por demás bienestar material en los programadores.
El conocimiento abierto es una consecuencia de la
globalización, a través de la masificación de las redes, éste presenta muchas
bondades pero que debe ser utilizado con cautela, ya que las liberalidades sui generis en algunas circunstancias
permiten la difusión de información chatarra o desacertada, pero en su mayoría
es una política participativa de crecimiento del individuo y las comunidades,
que da pie al emprendimiento en todos los sectores.
@diegorimer
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