Espacio abierto creado por Diego Rimer, opinión, reflexiones. Free space created by Diego Rimer.
jueves, 13 de agosto de 2015
¡De Frente! (II) Economía para Venezuela.
¡De Frente! (I) ¿Qué se quiere?
domingo, 11 de enero de 2015
De Museo de la Inmigración y el Café a Museo del Olvido
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Foto: Diego Rimer 11/01/15 |
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Foto: Diego Rimer 11/01/15 |
La “Hacienda La Victoria” icono insigne de la Venezuela cafetalera desde finales del siglo XIX, fue en 1992, totalmente restaurada para prestar sus servicios como herramienta de protección a la memoria histórica venezolana. Ésta ha abierto sus puertas al público desde su restauración de martes a domingo, ofreciendo un recorrido que tenía por objeto transportar al visitante a la realidad de una Venezuela del esfuerzo, el optimismo y su pasado agrícola, acompañado además de un ala que permite conocer los principales rostros de distintos hijos adoptivos de nuestra Mérida, ellos, esencia misma de la venezolanidad a pesar de su procedencia internacional; inmigrantes que con su arduo esfuerzo y trabajo, sentaron las bases y levantaron las columnas de una región prospera, en medio de realidades pasadas de mucha necesidad.
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Foto: Diego Rimer 11/01/15 |
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Foto: Diego Rimer 11/01/15 |
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Foto: Diego Rimer 11/01/15 |
viernes, 15 de agosto de 2014
A Don Bernardo Aranguren.
En la Mérida de antaño, particularmente en ese Ejido rural, marcado por el contexto de la disgregación y modesta producción agrícola, nació Bernardo Aranguren, el 14 de Octubre de 1920, en medio de una numerosa familia, de origen humilde que por las realidades propias de ese entonces, encomendó su devenir para desarrollarse como hombre a una familia habitante de la “ciudad”, sin embargo, debido a la necesidad y a las propias carencias enmarcadas en ese entorno, decidió marcharse en búsqueda de un mejor futuro, que lejos de prometedor parecía obscuro y negativo. Bernardo Aranguren se dedicó al trabajo de ser “mandadero”, como decían entonces por estos pueblos; en medio del aguacero, decidió ser zapatero, oficio que le marcó, le apasionó y le desarrolló.
Bernardo El Zapatero, el hombre del esquinero, atendió a la Mérida señorial, a la rural, a la pobre, a la rica, la ilustrada y la ignorante. Bernardo el Zapatero, en medio del cuchicheo, de cliente en cliente, en la Venezuela de Gómez, escuchaba la opinión de un país divido entre la resignación y la construcción de una nueva nación; allí su vida cambió: él se forma y se identifica con la Libertad, la Justicia Social y la verdadera Unidad Nacional.
A la muerte del dictador, el joven trabajador se une a la Organización Venezolana (ORVE), movimiento político de Izquierda Progresista, Antiimperialista y Policlasista. En ese momento, el joven se transforma en hombre y funda el Sindicato de Zapateros de Mérida, hoy, pareciera una iniciativa modesta, pero ayer es un ejercicio de organización, transformación y lucha política para la construcción de un Sistema Justo, alejado de la distorsión y ambigüedad de la bota militar e improductividad señorial.
De aquí a Caracas, Bernardo arranca, asumiendo el compromiso con la Libertad y entendiendo su origen y humildad decide de ahí y hasta el final combatir la impunidad, la injusticia y la explotación, garantizar la educación para niños y jóvenes que como él se les ha mutilado la oportunidad de estudiar, por la dura y triste realidad, ORVE cambia y el PDN nace.
Conociendo a Carnevali, a Pinto Salinas, a Rómulo y a Ruiz Pineda, su compromiso y convicción aumentan y, regresando a Mérida asume la pesada, honrosa y fundamental responsabilidad de representar a la masa obrera merideña, en la Federación de Trabajadores del estado Mérida, ello le va a costar su tranquilidad, pues la persecución política de los herederos del gomecismo y de los serviles del conservadurismo, se arrecia.
Con la ilegalización del PDN, la propuesta política a la que don Bernardo se adhirió, se transforma y es entonces AD la que se asoma, en 1941 se robustece el proyecto, nacido para hacer historia, y es Don Bernardo un baluarte acompañante de esa línea cronológica.
En 1945, La Revolución de Octubre, trae Libertad y consigo la instauración de la Primera República Liberal Democrática o República Popular Representativa, que le nombra gobernante de Tovar, sin embargo, con el auge de la traición y la oscuridad, para 1948, la dictadura vuelve a ocupar un lugar. Don Bernardo se “enconcha” y asume la lucha clandestina y por allí le dicen “Macario”; sin embargo, el Gobierno de facto, lo lleva al calabozo en Entre Mérida y San Felipe, padece la represión, pero jamás pierde la esperanza, confía en el pueblo, en la lucha y la gesta indetenible de un país que cambió y que jamás permitiría la perpetuidad de la Dictadura.
El 23 de Enero de 1958, amanece sonriente y ello se traduce en un reajuste y recomposición de su trabajo, abocado a las causas justas y la protección del indefenso que le llevan a ser de Diputado, Concejal y en general un misionero de la Libertad.
Don Bernardo Aranguren ha sido el retrato mismo de la historia de la democracia y libertad, la historia construida por la sangre, sudor y lágrimas de Acción Democrática, un partido con responsabilidad histórica, ¡Bernardo, es la imagen compañeros! de la juventud aguerrida, combativa, la de un partido policlasista, promotor de la movilidad social, honradez; Don Bernardo, es la imagen de la experiencia, la paciencia y la humidad. Don Bernardo, parte físicamente el 14 de agosto de 2014, pero su pensamiento y su alma combativa aquí está, él fue y será para siempre el ¡Obrero, Zapatero y Trabajador de la Libertad!
Es Todo.
Diego Rimer.
@diegorimer
domingo, 14 de julio de 2013
Hombre olvidado, nuestro Prócer de la Igualdad: Juan Germán Roscio.
La Historia de Venezuela ha tendido tradicionalmente a exaltar los liderazgos militares; sin embargo, en nuestra historia han estado presentes héroes civiles, héroes que son el sello indiscutible de nuestra convicción democrática y progresista que nos distingue de una sociedad que venera el culto a las armas, por una sociedad amante de la paz, la tolerancia y el dialogo ciudadano, como elementos primordiales en la construcción de la democracia, ésta, como sistema político corresponsable, ideal para satisfacer las genuinas necesidades de los pueblos, por ello, es menesteroso dar honor a quien honor merece, y más aún si se trata de un gran hombre, ilustrado y avanzado a su época, de gran convicción y una profunda fe, Filósofo de la Libertad, prócer de nuestra independencia y estandarte del civismo él fue: Juan Germán Roscio.